Más allá de cultivar hábitos saludables para un envejecimiento activo (ejercicio, alimentación…), la diferencia la puede marcar el acceso a una serie de derechos tangibles o materiales, como pensiones dignas, atención a la dependencia, ayuda al domicilio, teleasistencia… Sin embargo, hay otras necesidades, de carácter inmaterial, igualmente importantes para envejecer con dignidad: no sentirse solo ni excluido por ser mayor. Países como Reino Unido u Holanda ya están abordando la soledad y sus derivaciones en la salud como un tema de Estado. El fenómeno, que afecta a toda la sociedad y no solo a mayores, va a más.
Y para prevenir y paliar la soledad existe un único remedio: contar con una red social que aporte compañía y amistad real y recíproca, sin contraprestaciones ni intereses, y participar en la vida vecinal del barrio. Así lo venimos demostrando desde hace 15 años en nuestra ONG en ciudades como Madrid, Vigo o Donostia. Las personas mayores que acompañamos con la ayuda de nuestros voluntarios mejoran su calidad de vida y vuelven a sentirse queridas y valoradas.
Vejez no es sinónimo de soledad
Sí, porque la soledad de las personas mayores también tiene que ver con cómo las percibimos. Vincular vejez con pérdida de ilusión y de capacidades, enfermedad, tristeza… lleva a que nadie quiera saber nada de esta etapa de la vida y, a su vez, de quienes la atraviesan. Además, tratarlas como niños, infantilizarlas, anula su derecho a opinar y decidir sobre su propia forma de vivir.
En menos de cinco décadas 1 de cada 3 españoles tendrá 65 o más años: sería absurdo e injusto seguir dando la espalda a un tercio de la población, que, por el contrario, cada día demuestra que mantiene intactas sus inquietudes, deseos y ganas de aportar. Hoy alguien que se jubila con 65 tiene por delante un proyecto de vida de al menos 20 años. Si todos –administraciones, empresas y ciudadanía– cambiamos el chip facilitaremos que ese tiempo sea vivido con calidad y dignidad.
Por Mercedes Villegas, directora de la Fundación Amigos de los Mayores
El número de personas mayores de 60 años pasará de 900 a 2.000 millones en 2050. En DKV apoyamos aquellas iniciativas que favorecen y promueven oportunidades para poder gozar de un envejecimiento activo
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